Después de la derrota frente al Pontellas, y al no depender ya de nosotros mismos para conseguir el 1º puesto, quedaban 6 auténticas finales que disputar... Pues bien, la primera de esas finales ya es nuestra.
Tuvimos que darlo todo para llevarnos finalmente la victoria. En frente, un Val Miñor muy atrevido y con ganas de demostrar su calidad y ambición.
En la primera mitad, el control del juego fue nuestro; gozamos de innumerables ocasiones para asegurarnos una cómoda segunda parte; pero no fue así, y nos fuimos al descanso con un marcador muy ajustado, 2-1. La segunda mitad fue más igualada; nosotros ya no teníamos el control absoluto y ellos se crecían más y más a medida de iban pasando los minutos; y eso que realizamos alguna contra muy peligrosa, pero sin fortuna a la hora de marcar; hasta que en los minutos finales apareció Jorge para poner el 3-2 final.
Me equivoqué al preparar el partido, pensando que ellos jugarían con la línea defensiva más atrasada. Y no fue así, pues ellos tenían sus líneas adelantadas, con la clara intención de no dejarnos crear con comodidad; cosa que lograron, pues no creamos un juego fácil ni conseguimos una posesión clara; pero lo que quizás no esperaban, es la velocidad y verticalidad de nuestro equipo, en los muchísimos contra-golpes que realizamos y disfrutamos durante el encuentro.
Para mí lo más positivo, fue la adaptación de nuestro grupo a la atrevida propuesta futbolística del Val Miñor. Ellos al adelantar sus líneas, algo que ya he mencionado que no esperábamos, estaban obligados a finalizar las jugadas para no facilitarnos las contras; y como nuestros robos de balón eran constantes e impedían que finalizasen, pues fueron muchas nuestras ocasiones de gol a través de las contras perfectamente diseñadas por la defensa y el centro del campo, y magistralmente ejecutadas por los jugadores de arriba.
¡ENHORABUENA! Y gracias por mostrar una vez más, vuestro lado más humano y maravilloso.
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