No es ésta la circunstancia con la que habiamos soñado. Nos presentábamos a este encuentro con la intención de sumar los 3 puntos en juego, pero finalmente no ha sido posible.
Antes de opinar sobre, para mi, las claves de este empate a 1, he de decir que no me olvido en absoluto del rival, el Salvatierra, que ha hecho un partido buenísimo, jugando con un descaro y una confianza digna de admirar; enhorabuena por tanto para el Salvatierra.
No sé bien si decir que hemos perdido 2 puntos o que hemos ganado 1. Una vez terminado el encuentro y en caliente, la sensación es de haber perdido una buena oportunidad de sumar 3 puntos, pero, y ya en frío, al analizar el partido con detenimiento, uno llega a la conclusión de que hemos sumado un punto más y que esto es algo muy positivo.
¿Qué hemos olvidado hacer? Hoy no he visto a un Tyde feliz dentro del terreno de juego. No sé si porque ya veniamos de casa con algo de tristeza, pero lo cierto es que no brillábamos hoy en el campo de fútbol. Yo mismo, hoy, analizo mi trabajo y echo en falta el haber vivido con más intensidad el partido, el no haber animado más desde fuera del campo.
Pero hay algo que nadie puede reprocharos, hayais estado mejor o peor, hayais disfrutado menos o más, y es que no habeis tirado la toalla en ningún momento; y además, habeis sido muy deportivos con el contrario, felicitándole al término del partido por el buen trabajo realizado.
¿Dónde ha estado hoy el desequilibrio? Si separamos el aspecto defensivo del ofensivo, podríamos decir que defensivamente no hemos pasado muchos apuros y que hemos defendido con bastante orden; en el aspecto ofensivo, tampoco podemos quejarnos mucho pues hemos tenido nuestras ocasiones a pesar de que no llegaban muchos balones con suficiente garantías como para ser finalizadas con éxito por los hombres de arriba. En mi opinión, hoy hemos echado en falta la creación de espacios por parte de nuestros maravillosos centro-campistas, o dicho de otra manera, hemos estado algo flojos en la creación y elavoración del juego. Estamos acostumbrados a poseer el balón con criterio, astucia y una buena dosis de paciencia, sin embargo hoy nos ha faltado un poco de esos 3 aspectos y nos ha sobrado un poco de prisas.
Tengo que deciros que yo no conozco a nadie perfecto y que es normal tener días buenos y malos. No hace falta que diga que tanto Queco como yo estamos muy orgullosos de vosotros. Esto no ha sido sino un pequeño traspiés. Ahora hay que saber levantar la cabeza y seguir conociéndonos con ilusión. Tanto para Queco como para mí... ¡seguís siendo los mejores!
¿QUÉ SOMOS? ¡LEONES! ¿QUÉ SOMOS...
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